En la fase de implantación y estabilización (también llamada "transición a producción"), los objetivos principales son
ajustar las funcionalidades, el rendimiento y la calidad general de la versión beta de la solución, resultado de la
fase de Construcción.
En esta fase se realiza la puesta en operación en los ambientes de producción de las soluciones tecnológicas que fueron
construidas y aceptadas por los usuarios finales en las pruebas de UAT. También, comprende el período de estabilización
necesario para todo componente o sistema nuevo en producción con su respectivo monitoreo continuo. Se espera que los
usuarios hagan uso de la solución tecnológica y que la misma responda en el ambiente de producción de forma adecuada.
Para los casos de tercerización con proveedores de software, en esta fase se tiene un periodo de garantía, donde
cualquier incidencia que ocurra, el proveedor de software debe ser el responsable de asegurar una pronta y acertada
solución. Es de esperarse que en esta fase se realicen actividades de configuración y carga inicial de
datos (o migración de los mismos). También es esperable que ante incidentes o fallos en la solución, se realicen
actividades mínimas de construcción (bug-fixing) seguidas de verificación.
Esta fase se divide en varias iteraciones (el número de iteraciones varía dependiendo de las características del
proyecto), las cuales se enfocarán en contribuir al cumplimiento de los siguientes objetivos:
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Realizar pruebas beta para asegurarse de cumplir las expectativas del cliente y usuarios.
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Asegurarse que la solución cumple con los acuerdos de niveles de servicio establecidos.
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Lograr un acuerdo entre las partes interesadas de que la solución está completa.
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Mejorar el rendimiento futuro del proyecto a través de las lecciones aprendidas.
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